dilluns, 3 de març del 2008

Las series

Para demostrar la amistad entre lenguas hermanas como son el español y el catalán, escribo en la lengua de Cortazar. No porque más gente me pueda leer, que ya es poca, ni por el acojone militar, sino para demostrar que la real me es simpática.


Dicen que el talento en explicar historias se está trasvasando a la
televisión, sobretodo en la nación más rica, los USA. Seria el cambio de acera
holiwoodiense, de los estudios de cine a los de tele. Ahí existe un reducto con mucho dinero llamado HBO. Un canal de pago en el que se localizan unas mentes excepcionales. Lo digo, antes que nada, por dos fenómenos singulares; “Los Soprano” y “The wire”. Gracias a la mafia esta cadena ha producido dos productos que nos acercan a una realidad que aunque sea ficticia no se presenta alejada de lo verosímil.

Esa presentación con la nieve catódica i las tres letras, los acrónimos de no sé qué. Después una presentación mediocre, en las dos series no hay ningún trabajo de producción en esta línea. Y el manjar de dioses. De las dos destaco el apellido cantor, por la calidad en la definición de personajes. Que enormes son los Paulie, Chris, Pussy, y demás, que bien definidos estética y psicológicamente. Unen la faceta cinematográfica con la cotidiana, con una proximidad nunca alcanzada. Hay un punto óptimo de humor nunca visto, que no interfiere en la concepción de hijodeputismo de los gangters. En esto lleva ventaja a “The wire”, el humor y las referencias a Coppola, Scorsese o De Palma. Mcnulty (prota de “The wire”) no tiene esa épica y romanticismo, y alguien precisamente por esta razón lo puede preferir. Personalmente gozo con las dos, pero esos guiños que los cantores hacen a pelis que me gustan con devoción; “Scarface”, “Carlito’s way”, “Public enemy”, los “Padrino”…me hacen decantar por los de Gandolfini. Es la raíz católica ineludible que tengo y con ello lo de la mitomanía, que no es más que la devoción a los santos.

Desgraciadamente los de la escucha acaban con la quinta temporada. Después de la oceánica labor de confeccionar el más largo casting de serie coral, con sus innumerables apegos a lo real, a la elección de Baltimore como ciudad dejada de la mano de dios, a los esfuerzos más titánicos de lo veraz. Los negros con su organización criminal, el racismo, el puerto, las trifulcas políticas con su corrupción, la prensa, el Robin Hood negro y egoísta (Omar, qué personaje!!!), los niños de la calle en los USA, la educación (la cara visible de las aulas), la falta de dinero para la policía (en el país más rico del mundo). “The wire” es la ensalada televisiva más deprimente que se ha hecho de lo que se vive en occidente. Porque los patios o esquinas de Baltimore no dejan de ser las “minas” y “San Cosme” barceloneses y suburbios de otras ciudades primer-mundistas. Refleja el lado oscuro del mundo liberal, del estado de derecho y sus banqueros.

De las dos me quedo con la voz masculina aguda, aunque la visión poliédrica de la ciudad escondida de los grandes noticiarios me subyuga ( he llegado a pensar que tanta verdad me jodia).

Es lo que tiene estar bajo la influencia del santoral.

Des de la guineueta

2 comentaris:

Supermanente ha dit...

Acabo de començar la primera temporada de "The Wire" i em té totalment enganxat.

Sembla ser que últimament, a part de les segures excepcions que ara no recordo, els millors guionistes es dediquen a fer sèries.

Les darreres que he pogut gaudir i que ara recordo són: House, Dexter, Habitación perdida, The Wire, CSI, El mentalista, Life, Ana y los siete (hi ha una que no, us deixo descobrir quina) ...

Gràcies a Guineueta per descobrir-me aquesta joia.

Suposo que aquest missatge no el llegirà ningú, però...

En cas de que Guineueta llegeixi aquest comentari, proposo una entrada al altre blog fent referència a les sèries de televisió...

Guinauetenc ha dit...

Ana y los siete està molt bé. Brillant interpretació de la poc ortodoxa Obregón.

Sembla ser que si, on hi ha diners i risc en noves idees és a la tele americana.

L'he llegit, i tant.

Des de la guineueta, encara.

Amics de pas